​La principal y más alegre feria de San Pedro Ayampuc, se celebra en honor al Señor de Esquipulas y no el día del Santo Patrono San Pedro Apóstol, esto se debe a una leyenda muy especial, que a través del tiempo se ha convertido en una tradición, según la versión de algunos venerables ancianos; hace ya muchos años los viajeros de Salamá y Cobán caminaban largas distancias a veces a pie y otras a caballo, tardaban varios días en su recorrido hacia la ciudad capital, por lo que obligadamente tenían que recorrer nuestro municipio, hacían escala y descanso en algunos mesones de la localidad (Pensión de los viajeros en aquel entonces), puesto que era la ruta más directa y corta entre estos lugares; ahí en los mesones, encendían su fogata y calentaban la comida que llevaban para soportar el viaje, así también se quedaban a dormir apeando la carga de sus animales. así fue como un día por la madrugada cuando unos viajeros se disponían a continuar su camino después de una noche de descanso, se llevaron una gran sorpresa al descubrir una bella imágen tallada en madera del Milagroso Señor de Esquipulas, de inmediato se lo comunicaron a las autoridades eclesiásticas del lugar, dirigiéndose al sitio del descubrimiento, esta noticia también llego a oídos del gobernador de Sacatepéquez. en aquellos tiempos todos acordaron trasladarla a San Pedro Sacatepéquez, mediante una ceremonia especial, organizada por los vecinos y la iglesia. La imagen fue cargada en un tapesco especial (un andamiaje) y llevada en hombros hasta la iglesia de aquel lugar, para luego depositarla en el altar. Cuando era llevada se dieron cuenta que ya no estaba, tristes por su pérdida regresaron al mesón en San Pedro Ayampuc, al llegar al lugar se enteraron que la imagen misteriosamente había aparecido de nuevo en el lugar donde la habían encontrado la primera vez, en ese mismo lugar se fundó la iglesia católica de San Pedro Ayampuc.